Carlota Ciganda fue la heroína de la Solheim Cup que se ha celebrado en España por primera vez. Con una igualdad inesperada después de la primera jornada, cuando las estadounidenses endosaron un 0 a 4 a las europeas, en la última ronda celebrada hoy en Finca Cortesín ha habido una igualdad absoluta (6-6).
Las europeas, también comandadas por Ciganda, remontaron ya en la jornada sabatina para conseguir llegar con empate a los doce individuales del domingo. Y una vez aquí, con gran igualdad, el resultado hizo que la emoción se mantuviera hasta el final. Por momentos fueron las locales las que tiñeron de azul el tablero, pero esta circunstancia varió a lo largo del día en diversas ocasiones.
Lo más duro para el equipo anfitrión se produjo en los últimos hoyos, cuando ya las estadounidenses habían tomado carrerilla y parecía que iban a lograr los 14,5 puntos que les darían el triunfo después de dos ediciones infructuosas para sus intereses. Sin embargo, no fue así. Las europeas, comandadas por una brillantísima Caroline Hedwall que remontó cuatro hoyos de desventaja en el tramo final de la vuelta, sintieron que podían reescribir la historia. Y una vez que la sueca la consumó, ya fue cuestión de que las dos estrellas continentales, la joven Maja Stark por un lado y la veterana Carlota por otro, hicieran el resto del trabajo.
Previamente las opciones más seguras de las azules, como la irlandesa Maguire y la sueca Nordvist, cumplieron su papel con rotundidad al ganar sus partidos a Zhang y Kupcho por 4&3 y 2& 1. En mitad de la tarde se produjeron dos empates de distinto calado. Por un lado, el de la inglesa Georgia Hall que supo a derrota, porque había llevado su partido controlado, y el de la escocesa Dryburgh, que aunque también fue perdiendo fuelle a lo largo de la jornada, tiene mucho mérito porque se trata de una debutante.
Así las cosas, con el último partido casi perdido por la diferencia que Lexi Thompson tenía sobre Emily Pedersen (cuatro hoyos de renta con 5 por jugar) todo quedaba en manos de Stark y Ciganda. Y el hoyo 17, con la atenta mirada del rey Felipe entre los espectadores, fue el que decidió toda la competición. Primero fue la jovencísima escandinava la que se deshizo de Corpuz y luego Ciganda la que remató la faena al superar a la campeona olímpica Nelly Korda.
«Estoy muy emocionada por haber ganado la Solheim en España», declaró la navarra, «sobre todo de haber ganado a Nelly Korda, que sabía que era una rival muy difícil. Lo he conseguido por mí, por mi país y por mi familia… pero también por este equipo, que somos una auténtica piña y que nos lo merecemos». La Solheim Cup, por primera vez en su historia, registra un empate que sabe a victoria porque Europa, por tercera edición consecutiva, mantendrá la copa en sus vitrinas.