La economía sigue creciendo a buen ritmo. El Banco de España, que ya en junio había revisado el incremento de la previsión de aumento del PIB para este año, ahora en septiembre, con más datos acumulados, ha vuelto a aumentar hasta alcanzar el 2,8%. Se dice, de media, un punto porcentual superior a la proyección anterior, que supone tres décimas más que el año pasado y también la del tope del 2,4% con el trabajo del Gobierno para este año. Un fuerte aumento en la primera mitad del año que seguirá, aunque a un ritmo más lento, en el resto del año.
La revisión del incremento obedece a dos factores, el principal es el crecimiento superior al esperado en los últimos trimestres, pero también ayuda a una mejor evolución del sector exterior en la segunda mitad del año. Por un lado, la nueva información disponible incorpora un incremento mayor en los últimos trimestres de 2023 y ahora, para el tercer trimestre, el Banco de España calcula un 0,6%. Resulta que el dinamismo continúa, incluso a un ritmo más lento. El segundo elemento que determina esta corrección del cielo es una gran evolución del sector exterior, gracias a la actividad turística ya que ha reducido el grado de dependencia energética debido al aumento de la producción de energías renovables.
Los últimos trimestres, mejores de lo esperado, y el sector exterior explican la revisión del aumento
«Sorprendemos al sector exterior positiva y negativamente la debilidad del consumo de los hogares y la inversión», dijo Ángel Gavilán, director general de Economía y Estadística del banco al presentar estos proyectos. Y además para el tercer trimestre hay un crecimiento robusto, pero con síntomas de desaceleración.
El Banco de España también revisó la tasa de crecimiento para 2025, situándola en el 2,2% y el 1,9% para 2026. En este periodo más amplio, jugaremos una carta la paulatina relajación de las condiciones financieras, la paulatina reactivación de las economías europeas, el aumento en población, la mejora de las rentas reales por la menor inflación y un alcalde que explica los fondos europeos.
Centrándose en el periodo más inmediato, el tercer trimestre, el Banco de España calcula el crecimiento de las acciones en un 0,6%, inferior al de los dos periodos anteriores porque detecta un menor dinamismo en los indicadores de empleo y confianza. En la misma línea, La apuesta del banco por la actividad emprendedora (EBAE) también informa que la facturación de las empresas se realizó entre julio y septiembre. A cambio, el consumo de los hogares amplía su mandato de recuperación, como indican los datos del crédito al consumo y la respuesta del comercio a la baja.
El ritmo de actividad se frena con una previsión de crecimiento del PIB del 0,6% en el tercer trimestre
Uno de los puntos que informó el Banco de España es que el consumo de las personas es débil, hoy por los niveles prepandemia. Me estoy recuperando, pero sigo en tres puntos a partir del nivel de 2019. Otra cosa es el consumo agregado donde se supera el dato prepandemia de mayor población, aunque muestra debilitamiento, y “se esperan cambios significativos en el mismo”. No se esperaba «Eso fue lo que pasó el año pasado», dice Ángel Gavilán.
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Examinándolo con más detalle parece que donde flota este consumo es en la compra de automóviles y otros bienes duraderos y semiduraderos. Si nos fijamos en el año 2019, todos los grupos se ven afectados por el consumo del año 2019, excepto en los años mayores. Quienes tienen 65 años o más son mayores que en la edad prepandemia, esto indica que son quienes más han mantenido su nivel de renta. Otro detalle es que la evolución del consumo es más desfavorable en los hogares con alquileres elevados y en aquellos con jefes de familia extranacionales. Precisamente, el aumento del peso de la población extranjera, junto con su mala evolución del consumo, explica en parte la debilidad del consumo medio por hogar.
La inflación se moderará hasta el 2,1% en 2025
Por otro lado, con respecto a la inflación, el Banco de España calcula que irá disminuyendo paulatinamente y se situará en el 2,9% este año, para posteriormente bajar hasta el 2,1% en 2025 y el 1,8% en 2026. le sigue, que se espera que sea del 2,8% este año.
En cuanto a los malos que seguirá creando, aunque a un ritmo menor que en los últimos trimestres, también lo hará para una reducción de la palabra hasta el 11,5% este año. Esta reducción del modelo se ha visto frenada por varios factores: porque el ritmo de creación de empleo no será tan fuerte, porque se espera un aumento notable de la población activa y por el entusiasmo de la población activa, se recuperará la fluidez. a este mercado. Además, la tensión que se observa desde hace un año en el acervo de paradojas duraderas sugiere que usted tiene un carácter estructural. Como resultado, en 2026, la palabra tarea no sería seguida por mucho menos del 11%.
Además, en el ámbito fiscal, el Banco de España considera que, para implementar la nueva normativa europea que entrará en vigor en 2025, deberá aplicar un ajuste presupuestario de 0,5 décimas anuales en los próximos negocios, y este ajuste supondrá un cierto freno a la actividad. Es una de las cuestiones subyacentes que pretende informar las previsiones de crecimiento para 2025 y 2026.