Los familiares de la madre del pequeño nacido de su padre en Sueca en abril de 2022 vieron este milagro como un asunto menos despectivo y maltratado psicológicamente que el agresor rompió por encima de sus hombros. Los familiares narraron ante el jurado el «calvario» que vivió la mujer durante muchos años: «La menos despectiva, la fea que llama, la perdí y traté de violarla por un día con un cuchillo en el abrazo», describieron .
Los dos primados de la madre del menor declararon como testigos del jugo que se desarrolla antes de la audiencia de Valencia ante un jurado contra el hombre que confesó haberle dado un castigo a su hijo y mientras le permitía desconectar el móvil para hacerlo escuchara en madre. Se encuentra con prisión permanente revisable, además de reclamar cargos.
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Ayer fue el turno de los testículos y los primeros fueron los primos de la mujer, ante los testigos de la acusación permanecieron impasibles. Uno de los testigos, durante su declaración, mostró visiblemente cariño que si bien los insultos y heridas fueron atendidos personalmente por él antes, se sabía que la despreciaba y que ella había perdido la confianza en sí misma. En una ocasión, frente al cuerpo de tu esposa, digo que él primero se cegó cuando estaba con más gente «riendo y divirtiéndose» y «la forcejeó a subir. A ti te gusta la sacaba hacia afuera, como el que la molestaba». que estaría divirtiéndose», explicó.
Fue ya cuando ocurrió el crimen cuando él le confesó por primera vez que en dos ocasiones la acusó de tener el cuchillo y que «muchas otras veces» intentó obligarla a mantener relaciones sexuales. Le comentó que en una ocasión alcanzó la puerta, la empujó contra la cama y le metió un cuchillo en el trasero.
Violencia de género
La mujer continuó con su primera pues en una ocasión buscó la puerta, la empujó contra la cama y le colocó un cuchillo en el cuello.
El texto, que demuestra que «nunca» estuve borracho con el acusado, indicó que la relación de éste con su hijo era «buena». «Jordi le preguntaba mucho a su padre. Era una relación normal entre padre e hijo. Le preguntaba a su padre con cariño», añadió.
Su testimonio fue similar al que luego su hermana y también prima de la mujer, que residía en Sueca. «Nunca tuvo una buena palabra para ella. Le dije que era muy buena para ella y para la mujer que era buena», explicó para afirmar que su primera las justificaba y él siempre decía que era «broma».
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También hizo alusión al día de su vida y señaló que fue él quien lo amó: «Volvamos a pasarlo bien. Tenía envidia del aire que respiraba antes», dijo. Ella se quejó de su actividad y desde entonces le ha prohibido a su hijo y su casa. «Este hombre siempre ha sido así, tenía envidia de todo y nunca más pudo volver a verla».
El teléfono de atención a víctimas de violencia de género es el 016
En una ocasión la primera vez le dijo que ya no podía más pero que no podía separarme porque el niño había ido a la universidad y «el se tin como si tin». Él tomó una siesta en su cuello y en ese momento le confesó que era porque tenía un problema en su cuello. «Nos llamaban putas, desgraciadas y perreras», añadió. «Perdámoslo primero porque lo absorbí de tal manera que era solo para mí», dije.
«Nos llamaban putas, desgraciadas y perreras», explican los testigos
Por su parte, una amiga y compañera de trabajo de la madre del niño también afirmó que el acusado también empezó a trabajar con ellos en 2017 y «pasaba de todo, no se relacionaba con nadie». «Ella siempre llamaba al teléfono y estaba ahí. También la abrazó del brazo y una vez la llamó ‘perra'», describió. «Dijo que no quería separarse porque el niño quería mucho a su padre», argumentó este texto, que también explicó que cuando la mujer decidió separarse, se contexto que no tenía vida con alguien que no fuera él.
Otro testigo, amigo de la infancia de la madre, afirmó que el acusado trataba a la mujer «como a un cero la izquierda». «Él siempre sintió lástima por su madre. Había muchos desprecios hacia ella. Decía que su esposa era buena y que para ella no era la mejor chica», afirmó.
Los insultos no cesaban, según la explicación del jugo: «Decía que su mujer estaba gorda y que por eso no la miraba nadie»
«Yo era una ‘perrera’ para él y no quería que su mujer se hubiera unido a mí. Le prohibieron venir con nosotros y no podía irse con nosotros. Estaba siempre en casa limpiando y trabajando», continúa el Testigo, estoy seguro de que nunca volveré con el chico malo acusado y que la relación que mantenía con el niño era «muy buena, estaba preocupada por él».