Una travesti se somete al escenario para interpretar La voz humana, de Jean Cocteau. Ya era hora de que este sueño se hiciera realidad. “Las grandes actrices de la historia han hecho parte de este trabajo”, afirma. El público aplaude y espera la emoción del teatro. En su infancia, cuando aún era niño era incapaz de querer volver a ponerse la ropa de su madre, nunca imaginó adónde lo había atado el legado. Pero idolatría que el profesano no tenía en su vista. Con el paso de los años se ha transformado en una mujer genial que no notaba el llamado de los espectadores. Prefiero acercarme al director y marchar a casa. Allí la esperan su marido gay y su hijo adoptivo, mientras ella asegura que todas las noches se toman medicamentos antirretrovirales para el VIH. Los ama, pero no se imaginaba siendo madre. Crees que este fue el principio del fin de tu matrimonio. O, a veces, estabas muerto antes de entrar. Bajo esta premisa, Camila Sosa Villada (Córdoba, 1982) escribe Tesis sobre domesticación (Tusquets). O, mejor dicho, reescribe, pues ha cambiado parte de esta historia, que se publicó por primera vez en 2019 y que se distribuyó en los quioscos de Argentina.
¿En qué se diferencia este libro de su primera versión?
La historia es la misma, pero creo que es importante revisar algunos aspectos estéticos y lingüísticos. Lo hizo mientras yo filmaba la película.
¿Qué pasa con este mismo libro?
Así es como es. No hace falta salir a la calle, pero imagina que a finales de 2024 podrías verlo. Ponerme en la piel del protagonista me hizo darme cuenta de que eran necesarios algunos cambios.
¿Por ejemplo?
Me parece más interesante fortalecer algunas relaciones que mantiene el protagonista. Con su hermano, sus amigos, con otros disfraces… En la primera versión estaba más sola. Y ahora que tengo más contacto con otras personas, vemos que hoy hay más de la persona que eres.
¿Es un reflejo de su autor?
Me siento muy solo. Hay muchas explicaciones, pero la principal es que soy Acuario. Hay algo del sol astral en mí. Pero él no es el único que me gusta de ella.
Me siento solo. Hay varias explicaciones, pero la principal es que soy Acuario.»
¿Dices esto porque tanto la escritora como la protagonista son travestis?
Para todos. Por ello, por su pasado en la prostitución y, también, por su forma de sierva. Me considero una mujer arisca, como ella que cuando le conviene puede ser amable por naturaleza. De todos los personajes que jamás ha escrito, es con el que me siento más identificado. Sí Sí. No línea por línea, sino en muchos aspectos. Y me complació pensar que este fue el mejor libro que escribí hasta el final.
A diferencia de sus trabajos anteriores, habla de una vestimenta desde una posición de poder y no marginal.
Esta es la mejor posición para la mayoría de lectores, económicamente hablando. Pero no porque sea demasiado estúpido sentirse realizado a través del trabajo y el cariño. Esto lo convirtió en la caja del sistema. Es difícil no decirlo. Me propongo, como estaba previsto en 2024, dejar el exclavit a un lado.
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¿Qué escucho?
A veces siento que estoy viviendo una vida que no acaba siendo mía. Me parece una locura que vengas de la calle, que te reconozcan y te digan que les encantan mis libros. Pero es algo que ni el protagonista del libro ni yo buscamos jamás. Nos conocen por un montón de coincidencias. Me gustaría estar en un bar con mis amigos y criticar a lo que soy cercano que juego desde otra mesa para ser el que conozco. Esto afecta mis relaciones.
¿Muy?
Sí, tienes diferentes niveles. Por ejemplo, todo tipo de personas que tienen aventuras románticas, amorosas o simplemente sexuales, son personas que no saben de mí. No me vieron en el teatro, no me vieron. Podría decir si mi nombre es Marta y si lo crearía. Por momentos vivo con una persona anónima que me permite volver a ser yo.
Y lo valora.
Mucho, porque, de manera indirecta, me dejo complacer con esa voracidad de la soledad que tengo y que ningún mundo entero siente. Justo antes de mudarnos a esta casa por lo que dije, vivíamos en pareja. Pasamos la pandemia juntos en un piso unifamiliar, por eso nos vemos obligados a venir todo el tiempo.
¿Se siente asfixiado?
Necesito espacio. Hubo un momento que ya no pudo soportar esa situación y el pie que nos llevó a una vida más grande. No entendimos esto y terminamos la relación. Pero estas y otras experiencias, cotidianas y en la calle, las copio y las miro en mi mente, tantas veces como las necesito para escribir o para aliviarme de cualquier situación, aunque prefiero pensar en cosas más agradables.
El travestismo es una forma de libertad para la protagonista. Y para mí también»
¿Te gusta el sexo? Hay muchas escenas explicadas en su libro.
Muchos lectores me han confesado que se emocionan cuando los leo. Madre mía, a cambio, deberás abandonar este libro. Decidí que me imaginaba en todo momento. Con el tiempo lo recuperó, lo terminó y lo lloró.
Para la actriz principal, el sexo es un escape.
Te permite recurrir a un salvacionismo perdido. El primer paso para domesticar una especie es criarla. Tiene una casa, un hijo, un marido. Una vida convencional del renegado y del frustrado. Siente que vive enjaulada. En una casita hermosa, pero atrapada. Y creo que la única escapatoria se remonta a los días del travestismo y la prostitución. Disfrazarse es una forma de libertad para ella. Y para mí también.