Montse Tomé respira con mayor tranquilidad tras la semana que ha transcurrido. Al final del partido, España lideraba por 1-3 y Aitana Bonmatí seguía en el banquillo. Pero al final de los noventa minutos, la selección tuvo una remontada espectacular para imponerse por 5-3 y el balón de oro tuvo una hoja fundamental en la gran segunda parte del combinado español.
El seleccionador tuvo una discusión con Aitana que dejó al equipo con uno menos en el inicio de la segunda parte ante Italia. Concluyó que uno de los capitanes no seguía jugando. Pero antes de Suecia casi todo salió según el plan de su partido. Respecto a la sustitución del centrocampista azulgrana, Asturiana sostuvo que «la idea era tener la capacidad de cambiar la dinámica del partido». «Sabemos la gamer que es Aitana. Ella y sus compañeros mantuvieron claro el plan del partido y supieron ejecutarlo bien”, aseguró.
La defensa española registró una primera parte desastrosa. Sin embargo, para Tomé el equipo tenía «las ideas claras» y estaba haciendo las cosas bien, «aparte de los tres goles en contra» (en pleno partido). Pasando «unos instantes» por la tarde, en un momento más tranquilo que en Pasarón, los jugadores subieron «con todos».
La selección ha incidido mucho en el valor de sus futbolistas. «Las jugadoras son las protagonistas, estamos aquí para acompañarlas», lo que se ha sumado al entusiasmo tanto de ella como de su cuerpo técnico. Y, para el último, os pedí agradecer a la afición malagueña su ayuda, su apoyo y haber batido el récord de asistencia a una prueba de selección femenina: 15.896. Lo que también vemos es que no se esperaban los 18.000 participantes que se presentaron a la venta, en un estadio con capacidad para 30.000 espectadores.