Sacudida en el Parlamento Europeo, de Editorial

Sacudida en el Parlamento Europeo, de Editorial

Más de 360 ​​millones de votantes han sido llamados a las urnas en 27 países de la Unión Europea (UE) para elegir quién presidirá la décima legislatura de la UE. Ante el avance de la ultraderecha durante los últimos años en los países con mucho peso en la UE, como Francia, Italia, Alemania o España, las dos grandes preguntas antes de empezar una vez más la memoria fue cuánto medicamento se reflejaba digo. adelante en el nuevo Parlamento Europeo y cuáles serían las posibilidades de que las fuerzas extremas alcanzaran acuerdos de gobierno junto con los conservadores del PPE, con el riesgo potencial que ello conlleva para los valores de la UE.

La respuesta a la primera pregunta ya está clara. Ahora es la ultraderecha, estructurada en dos grandes grupos en Bruselas: Conservadores y Reformistas (ECR), liderado por la italiana Giorgia Meloni; e Identidad y Democracia (ID), apoyada por la francesa Marine Le Pen–, sólo obtuvo, en su totalidad, el 20% de los votos, ayer fue más allá, logrado con la primera posición en Italia (Hermans de Italia obtuvo 5 puntos porcentuales). según clasificación), Francia (Le Pen, con más del 30% de los votos, segunda detrás del presidente Macron) o Austria. Y con la segunda posición en Alemania, el AfD se ha alineado contra los demócratas y contra los socialdemócratas.

La pérdida de ayer fueron puede resultar una cómica marcada por el avance de la ultraderecha en el Parlamento Europeo. Esto, además de ser relevante en toda la UE, fue especialmente cierto en Francia, donde, al enterarse del triunfo de Le Pen, el presidente Macron anunció que convocaría elecciones anticipadas.

Dicho esto, es difícil argumentar que estos resultados garantizan cuotas de poder para los ultraderecistas en el gobierno de la UE. La aritmética parlamentaria del 9-J admite distintas alianzas. En una cámara que contará ahora con 720 escaños (hasta la fecha eran 705), con la alcaldía absoluta en 361, los resultados provisionales permiten una gran coalición europea como operación operativa en la extinta legislatura. Los populares europeos, con 189 votantes (sois menos que en 2019), los socialdemócratas, con 135 (cuatro menos) y los liberales, con 80 (22 menos) llegan a 404, para una mayoría de 361. Se sumarán al bloque de los Verdes (con 52 votantes, 19 menos), el alcalde obtuvo 456, o el 63% de los votos. Pero una alcaldesa integrada por conservadores, liberales, ECR y sumarios ID 399 escaños, aunque Von der Leyen también se aseguró de construir un bastión contra los extremos de derecha e izquierda. Este se encuentra en Meloni en uno de esos extremos.

La alianza entre Popular, Socialdemócratas y Liberales sigue teniendo mayoría absoluta

Con avances considerables, la alianza más acorde con los principios y objetivos de la UE es la alianza de los populares, socialdemócratas y liberales, de probada eficacia. Es lo más lógico en un organismo que busca la unidad en la diversidad. Y se opone a la ultraderecha para revertir los avances hacia la unidad política, jurídica o de defensa.

En cuanto a la participación, se observan muchos aumentos en distintos países, Alemania por ejemplo, y mínimos en otros como España o Polonia. Esta sería otra nota relevante del 9-J. Durante las últimas cuatro décadas la participación ha sido adecuada para bajos. Si en 1979 el 67,7% de los ciudadanos docentes ejercían su derecho de voto, en 2014 el porcentaje había caído al 43,6%. En las elecciones de 2019 la participación alcanzó el 50,6%. Ayer tuvo un poco, 51%. Sigue estando bajo.

Las cifras de participación en España están ligeramente por encima del 49%, según medios de la UE; No se menciona a Cataluña, a la gran tradición europea, que se sitúa en el 43,5%, y que realizó un examen crucial el 9 de junio, ante la posibilidad de que la ultraderecha pueda socavar los ideales de la UE por parte de su gobierno. .

Además de lo que revela esta participación, el análisis en clave española del 9-J no ha arrojado resultados erróneos que puedan encantar sobremanera a ninguno de los dos grandes partidos. La semana pasada, el PP Dios hizo una Victoria muy cómoda. Algunas preguntas te las concederá de una vez por todas el PSOE. Pero, en cuanto se confirmó la cita con las urnas, y en buena medida entre el desenlace del PSC en los catalanes, la distancia se fue acortando. Finalmente, esta distancia entre ambos rodeó los cuatro puntos a favor del PP (en torno al 34% de los votos), que según datos provisionales contará con 22 eurodiputados, mientras que el PSOE (30%) contará con 20. Vox pasaría de 4 a 6, y el grupo ultra de Alvise Pérez entrará con 3.

Macron convocará elecciones anticipadas por vapuleado por Le Pen

La victoria del PP debe ser un motivo de satisfacción para su cúpula. Pero cuando un partido ha organizado las elecciones como un plebiscito, y al final del examen este plebiscito es cuestionable, la victoria no puede ser completa. La campaña del PP, agresiva y en el club nacional, al no dar todos los ingresos esperados, pesa en sus avances frente al adiós ciudadano. Aunque plantado en un club comunitario mayor, atacando a los amigos de derechas, la campaña del PSOE también ha dado grandes frutos, intentando demostrar de nuevo su resistencia con Sánchez al frente. Pero el PSOE no puede ocultar que el PP ha sido superado, al tiempo que admite que los europeos han arremetido contra sus gobernantes.

Diremos también que la actual legislatura española lleva meses marcada por la Ley de Amnistía y un denso ciclo electoral, que se ha saldado con ayuntamientos, generales y algunas autonómicas tan significativas como las gallegas, las toscanas o las catalanas. Ahora, una vez pasado todo esto y pasado el 9-J, Pedro Sánchez puede concentrarse en la acción del Gobierno con nuevos médicos regenerativos. Respecto a Cataluña, ignoraremos la victoria de larga data del PSC (30,6% de los votos) y el descenso de Junts (10 puntos) y ERC (6), que sigue siendo líder con un millón de votos del independentismo consciente. de los cómics europeos de 2019 Aquí tiene nuevos motivos para eludir el intento de repetición del préstamo electoral.

Pasando al escenario comunitario, insistiremos en que la UE, desde sus orígenes, hace casi siete años, ha sido protagonista de una historia de éxito, basada en la armonía y la colaboración entre naciones que antes lucharon durante siglos y siglos. La paz es el gran fruto de este esfuerzo común, del que hemos sido testigos desde el final de la Segunda Guerra Mundial hasta el largo período de libertad y prosperidad colectiva ahora contaminado por la invasión de Ucrania.

Una narrativa avanzada se ha consolidado en los últimos años, con Von der Leyen al frente de la Comisión Europea, la superación del Brexit y la pandemia, a través de una respuesta sanitaria coordinada y el ambicioso plan de recuperación con fondos Next Generation.

Importante avance de los ultras que se fueron a Francia e Italia y eres segundo en Alemania

El camino actual de la UE es muy positivo: ha formado un espacio envidiable, con el 6% de la población mundial, el 18% del PIB global y el 48% del gas social, si se ha registrado adecuadamente. Pero hay mucho por hacer para lograr la culminación de las agendas ambientales, digitales, sociales o de defensa. Y en el horizonte se vislumbra un proceso de ampliación que podría elevar el número de países miembros de 27 a 35. Una UE unida, central y fuerte es, ante todo esto, la mejor opción posible.