Tegucigalpa 2025: entre la integración latinoamericana y la fractura interna

CELAC

La Novena Cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), que tuvo lugar en Tegucigalpa el 8 y 9 de abril de 2025, se distinguió por un sólido apoyo político e ideológico hacia el gobierno de Xiomara Castro y Manuel Zelaya, quienes enfrentan un aumento en el descontento popular y acusaciones de autoritarismo, además de una crisis económica interna.

La asistencia de líderes de corrientes socialistas o progresistas, incluidos Gustavo Petro (Colombia), Miguel Díaz-Canel (Cuba), Luis Arce (Bolivia), Claudia Sheinbaum (México) y otros mandatarios similares, subrayó un mensaje de cohesión ideológica en la región en un momento en el que el Gobierno de Honduras enfrenta presiones.

Pese a que el evento se anunció de manera formal como un foro para la unión regional en aspectos como la migración, la seguridad alimentaria, el cambio climático y la colaboración energética, expertos consideran que la presencia de dirigentes de la izquierda latinoamericana puede ser vista como un apoyo político al plan de refundación dirigido por Castro y Zelaya en Honduras.

Un respaldo internacional en contraste con la debilidad interna

En el transcurso de la conferencia, los líderes asistentes optaron por no mencionar la insatisfacción presente en algunos segmentos de la sociedad en Honduras, donde sondeos recientes indican una caída en la aprobación del Gobierno y una sensación de inseguridad, desempleo e incertidumbre económica.

Aunque cuenta con respaldo internacional, la administración del partido LIBRE atraviesa complicaciones internas. Se percibe un descontento popular hacia su postulante a la presidencia, Rixi Moncada, por su involucramiento en eventos políticos anteriores y su afinidad con el sector más extremo del partido. Hay denuncias de irregularidades en las elecciones primarias de marzo y preocupación por posibles alteraciones en los resultados de las elecciones generales de noviembre. A esto se añade el malestar por la dirección ideológica del gobierno, que varios consideran distante de las necesidades del pueblo.

¿Una táctica de validación local frente a la problemática interna?

El gobierno actual aprovecha la cumbre para presentar una imagen de legitimidad en la región, aunque su estabilidad interna es cuestionable. La reunión de la CELAC ha sido una plataforma para que Castro y Zelaya busquen mostrar poder y liderazgo en Latinoamérica, pero también ha dejado claro que el respaldo del exterior no reemplaza el apoyo de los ciudadanos, que se pondrá a prueba en las elecciones del 30 de noviembre.

Se cuestiona si la administración de LIBRE podrá estabilizarse con apoyo internacional mientras disminuye su respaldo local, y si este encuentro es un avance diplomático o solo una ilusión política en medio de una crisis de dirección gubernamental. La elección definitiva será del pueblo hondureño.