Las dudas sobre la economía china se plasman en las bolsas. Los principales índices asiáticos cotizaban este viernes con caídas que llegaban a superar el 2% en el caso del Hang Seng de Hong Kong. En la semana se ha dejado casi el 6%, en la peor en cinco meses. El índice CSI 300 de Shenzhen también cedía más del 1%, similar a la caída semanal. La tónica se ha trasladado al resto del continente y a Europa.
Los inversores dudan de la fortaleza de la economía del gigante asiático. Pese a los datos de crecimiento que se conocen trimestre tras trimestre, las cifras de actividad de julio conocidas esta semana preocupan, sobre todo por el sector inmobiliario, un consumo estancado y el aumento del desempleo, señalaron los analistas de Barclays en una nota. La escasez de liquidez, mientras el Banco Central rebaja tipos para estimular la actividad, parece extenderse también al vasto sector bancario en la sombra. Todo ello está sembrando dudas sobre la economía del país. Y cuando China sufre, el resto del planeta lo nota.
Evergrande se acoge a la quiebra en EE.UU.
«A principios de año, la economía china iba viento en popa. Pero el panorama ha empeorado gradualmente desde entonces y ahora parece bastante sombrío», ha planteado Jonas Goltermann, economista jefe adjunto de mercados de Capital Economics.
Una muestra de los problemas en frente inmobiliarios es que Evergrande ha solicitado la quiebra en EE.UU. para protegerse de sus acreedores americanos. La crisis de Country Garden, otro coloso del inmobiliario, también preocupa por las ramificaciones que tenga su crisis, acercándose al impago, con impacto sobre entidades financieras.
La tendencia en China ha contagiado a bolsas del resto del continente. En Tokio las caídas fueron más moderadas, del entorno del medio punto. Tampoco se libran los mercados europeos, con descensos que se acercan al punto tras un par de horas de intercambios, incluido el Ibex 35 (-0,7%).