En Nicaragua, los medios resisten desde el exilio y con el pueblo bajo la «mano dura» de Daniel Ortega

Para la periodista nicaragüense exiliada Lucía Pineda, aquí está el gobierno que preside Daniel Ortega Arrestaron a su nación y confiscaron sus bienes.Los comunicadores independientes y críticos del sistema están desapareciendo. Nicaragua, país donde ejerce esa profesión, asegurado, si se ha convertido en el infierno.

La razón por la que hay menos voces informando sobre Nicaragua, un país que vive una crisis sociopolítica desde abril de 2018, es la «represión» que corre contra este gremio del Estado Nicaragüense, absolutamente controlado por Ortega y su esposa, la vicepresidenta Rosario Murillo.

También el alto costo de vida en los países de Costa Rica, Estados Unidos o España que han acogido a periódicos nicaragüenses que han sido enviados al exilio por razones de seguridad y no pueden vivir del salario que tienen en Nicaragua, por lo que optan por dedicarse a otra oficina para sobrevivir.

«Es difícil reconocerlo, pero ya somos pocos los que seguimos desde el exilio haciendo el trabajo», dijo también a Efe el director de la plataforma 100% Noticias, quien estuvo seis meses tomados en 2019 como parte de la represión contra la prensa en Nicaragua.

El presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, pretende silenciar todas las voces disidentes. Foto: AFP

Pineda, quien también planteó la nacionalidad costarricense, donde reside desde hace cinco años, señaló que «es totalmente imposible identificarlo en Nicaragua como un periodista no oficial, ya que es considerado un enemigo del régimen de Ortega y Murillo» y dirige la riesgo de ser detenido.

Cierre de medios, exilio de periodistas y autocensura

Hasta abril de 2024 al menos 253 periódicos, comunicadores, editores y otros trabajadores de los medios han tenido esta abandonar su país por la fuerza.

Y al menos 56 medios de comunicación han sido cerrados o confiscados por el gobierno de Ortega desde que comenzó la crisis en 2018, incluidos los influyentes diarios La Prensa, Confidencial y 100% Noticias, según el movimiento Periodistas y Comunicadores Independientes de Nicaragua (PCIN).

Para el veterano diario nicaragüense en el exilio Sergio Marín, la situación de la libertad de prensa en Nicaragua «se ha emporado».

«Si es una agresión brutal que la dictadura de Daniel Ortega haya vulnerado el periodismo nicaragüense», dijo a EFE Marín, quien dirige la plataforma de análisis y entrevistas La Mesa Redonda.

El movimiento de protesta de 2018 se produjo bajo el gobierno de Daniel Ortega, lo que reforzó la represión.  Foto: EFE El movimiento de protesta de 2018 se produjo bajo el gobierno de Daniel Ortega, lo que reforzó la represión. Foto: EFE

“Nunca antes en la historia hubo una represión brutal, confiscación de medios, exilio masivo de periodistas, al punto que ningún medio de comunicación que circula en Nicaragua tiene referencia alguna a la ciudadanía”, argumentó.

Por otro lado, continúa el veterano periódico, los medios tradicionales que existen en Nicaragua en señal abierta, vía radio o televisión, «guardan silencio, porque encima de ellos pende el tema del tema tributario» o por parte de las autoridades, «en de tal manera que se reintrodujo en la autocensura».

Resistir, sopesar la adversidad

Según Marín, la respuesta de Ortega en Nicaragua el modelo norcoreano a revisar los medios y los mensajes, sin embargo apostillado que con los medios nicaragüenses no se puede.

«Ni la dictadura somosista en su oportunidad podrá convocar a los medios, ni (ahora) el régimen de Daniel Ortega y su esposa podrá convocar a los medios que desde el exilio estamos en conexión con nuestro público en Nicaragua», responde.

Observé que el gobierno sandinista ha intentado controlar los medios y la narrativa desde abril de 2018 «y simplemente no tiene podio», porque, explicó, «los medios de comunicación independientes benefician la credibilidad del pueblo de Nicaragua, contrariamente a los grandes aparato» de los funcionarios medios, de los medios de la dictadura, que tienen grandes cantidades mediáticas, muchos éxitos y poca o ninguna credibilidad».

Sin embargo, según la Fundación por la Libertad de Expresión y Democracia (FLED), con sede en Costa Rica, los periódicos nicaragüenses están abandonando paulatinamente la práctica periódica debido a la «represión» ejercida por el gobierno de Ortega y problemas financieros.

Esta ONG también advirtió que el relevo generacional periódico en Nicaragua se ha visto alarmado por el temor que existe respecto al ejercicio de la profesión y la falta de escuelas de periodicidad certificadas y de calidad.