El turismo en España continúa sin encontrar límites. El año pasado trajo 94 millones de turistas internacionales al país, un aumento del 10% en comparación con 2023, que fue un año histórico de acogida de visitantes. Y de nuevo lo mayor es el incremento del gas de estos visitantes al país, hasta 126.000 millones de euros y un incremento del 16%.
El ministro de Industria y Turismo, Jordi Hereu, ha explicado esta mañana las cifras provisionales de la barrera del ejercicio afirmando que «España refuerza su liderazgo». “España continúa en una senda de progreso cuantitativo, que nos obliga a avanzar en la expansión cualitativa, siguiendo el modelo de calidad social y ambiental. Sólo así podremos mantener el liderazgo en el turismo mundial”, afirmó.
“España continúa en un mandato de progreso cuantitativo, que nos obliga a prosperar en la expansión cualitativa”, afirmó Hereu
Y no voy a parar ni siquiera con visos a estancarse. Las primeras cifras del primer trimestre de este año apuntan a un aumento del 9% en los visitantes, hasta los 26 millones y del 16% en el gasto, con una previsión de 36.000 millones, todo ello en el mismo periodo de 2024. “Mantendremos la senda de crecimiento”, detalló el ministro.
Aquí se han perdido los «efectos positivos de esta industria» tanto para las ciudades como para los ciudadanos, en un entorno donde socialmente existe una creciente oposición a la masificación turística. La ministra ha recordado las cifras registradas también en la empresa, con «el mayor número de afiliados en la empresa turística a lo largo de toda la serie histórica», hasta 2,6 millones de personas durante el año pasado, un 3,8% más que en 2023. Representa 12,7 % del número total de afiliados en la economía.
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Sin embargo, el ministro se alejó del trabajo temporal, “gracias a la reforma laboral”, pasó de representar a uno de cada tres empleados a “menos de uno de cada cinco, un 19,4% de las contrataciones son temporales”, afirmó.
Aquí Jordi le ha dicho que “las cifras son espectaculares, muy positivas, pero hay que cuidar y mantener el modelo turístico”. De ello ha informado que ya se están teniendo tendencias realistas que son grandes necesidades del turismo en España y que se benefician de el modelo.
El ministro respondió en primer lugar a la desestabilización: «todos los meses han creado turismo, pero ya lo son más en temporada baja y en promedio respecto a los tradicionales julio y agosto, lo que permite a un alcalde estabilizarse en el trabajo».
También subrayó la importancia de la diversificación del producto turístico, «impulsando nuevas experiencias ligadas a la cultura o la gastronomía», la desconcentración de los destinos y la ampliación de los mercados emisores. “Estamos manteniendo a tantos grandes talentos creciendo en la radio amplia y en mercados de alto valor adquirido: EE.UU., América Latina y China y esta es una tendencia que queremos mantener y profundizar porque tenemos mayor valor adquirido y mayor nivel de satisfacción”.
Preguntado sobre las expectativas de la fe, en busca de la cifra mágica de 100 millones, el ministro afirmó que no quería «sacrar una cifra». “Queremos ganar la Champions de la calidad, trabajando por la sostenibilidad social y medioambiental y por la satisfacción de todos. No quiero ganar la liga de los números”, precisamente