El Atlético de Madrid se complica la vida en la Champions. No tanto por el 27ma posición que trata desde la clasificación, que implicaría su eliminación directa, hasta las dos derrotas que se suman en sólo tres partidos. Ante el Lille, hasta el primer tiempo de los franceses, fue un gran partido de Simeone, aunque se equivocaron en la definición. Pero las instalaciones defensivas y la alarmante alarma de la capacidad de respuesta acabaron por condensar a los rojiblancos.
Un partido que salva Simeón Explicación muy sencilla: la caída ácida de los caballos y el surrealista penalti señalado por el Guía Italiano, que hizo suponer el 1-2 a favor de los galos. «Ante el brutal error del árbitro, no tuvimos la contundencia necesaria y esta competición no te lo perdona», a lo que añadió que se encuentran en un «momento complicado» en la Liga de Campeones, «seguramente con menos opciones».
Sobre la polémica polémica, el técnico argentino comparte la opinión generalizada: incomprensión. «Quizás nos encontremos con algo para decidir que fue penalti.. Primero dije que estabas mano, después de que Koke se hubiera llevado a una… -mantuvo-. No, no, nada, muchachos. Podemos ver algo más, lo explique la UEFA o no».
Oblak pronto pudo explicar los motivos que llevaron al italiano a parar y al VAR a no intervenir en el partido. «Pita mano, pero al final no ha pasado nadie. Nadie lo entiende, espero que sea él. Es increíble», criticó el esloveno, que no puede escapar de esta acción para explicar la derrota del Atlético: «Pronto fuimos a Quejar. Hemos sido castigados, pero si hubiéramos hecho el trabajo que queremos hacer, este error no podría habernos castigado».
El meta rojiblanco, siempre con un alto tono autocrítico, no fue menos tras la derrota ante el Lille. Preocupado por el margen de error de lo que aún había hecho el Atlético, faltando cinco jornadas, sostenía que «después de perder, siempre lo dices». Todo, todo… Pero hoy queremos ganar y no avisarnos. Está claro que quieren fiestas y quieren fiestas, aunque Esto es lo mismo que dijimos después de Lisboa.».
Otros factores a tener en cuenta a la hora de analizar el partido y el entorno del Metropolitano, huérfano de sus grados de animación por la decisión del Frente Atlético de una modalidad de protesta contra el club. Cuestionado sobre cómo lo vive desde su banco, Simeone se tomó unos segundos para reflexionar y, entre suspendido y con el freno de mano echado, escuchó: «Como si fuera vívido, como lo vieron todos».