Proviene de una familia numerosa, humilde y trabajadora de Pozoblanco (Córdoba). De padre empresario y madre secretaria, Antonio Raillo (8 de octubre de 1991) Jugó al fútbol en Séneca, el mítico club de la ciudad de California. Confesó que no le iba mal en la universidad, pero que no era el momento para estudiar. Sólo quería quedarse en la calle y jugar a la pelota. Y lo subió a ser capitán y a la institución del Mallorca, y jugó una final de Copa.
-Llámame atención que no tiene redes sociales, ¿por qué?
-NO. Lo dejé durante seis años. Creo para registrar tu Facebook, Tuenti y Twitter. Hay muchas personas que viven su vida a través de las redes sociales, de las relaciones, y esas vidas no son reales. Antes de fotografiar una comedia y subirla a las redes sociales, prefiero hacer negocios y divertirme en buena compañía.
-Jugó en los filiales del Betis y Córdoba, en la Ponferradina, también en España y en 2016 aterrizó en el Mallorca, que esta vez fue en Segunda para luego descender a Segunda B (es el único conjunto integrado a Abdón Prats que seguirá en el equipo ).
-Este primer año fue muy complicado. Yo vine a jugar personalmente con el Espanyol y el proyecto deportivo y económico del Mallorca se iba a resentir. Y lo que pasó es que bajamos. Era un gol para mí y para todos. Por la tripulación, por la pasión y por el club. Todos replantamos muchas cosas y las reinventamos. Aquí tenemos una planta donde la calidad no es lo primero, pero sí el trabajo, el sacrificio y el ambiente familiar en la confección. Así que lo conseguimos de inmediato por primera vez en sólo dos años. Ahora, en la temporada 2019-20, con el Covid y un plantón bajísimo, jugaremos cada tres días cuando podamos renovar la competición y nos penalizarán mucho y estaremos de nuevo en Segunda. Pero hemos seguido y aquí estamos, tres años consecutivos en Primera.
-Ha disputado 246 partidos con el Mallorca, el quinto con más partidos en la historia del club.
-Sí, soy consciente de que en la historia reciente del Mallorca tengo influencia, pero lo más importante de los clubes no son los jugadores, sino su propio club. Lo que debemos hacer los futbolistas es asegurarnos de que sea lo mejor de nuestro club.
-El central no tiene muchos números: 15 goles y 8 asistencias en estos últimos años en Mallorca
-Pues no, no está mal. Me gusta comer la comida y comerla una y otra vez, la verdad.
-Esa es la querida. La cruz, ocho rojas.
-Yo no, te pido disculpas. Soy una persona que tiene mucho carácter, que al final tengo que hablar con ellos. Mis compañeros lo sabían y me reprendieron. Soy como el amigo que siempre se arriesga, sigue pelando el primero y, después, vuelven todos. Soy un amigo, si. Guarda sus cosas buenas y sus cosas malas, y sabe que a veces será para poder jugar a cosas malas. Lo tomo, pero hasta Aguirre me dice que no hay cambios.
-Entonces, ¿es la pastilla provocadora?
-No soy pillo ni provocador. Soy un chico con carácter, a veces este personaje me ha jugado en males pasados. No provoco a nadie, por mi pelo con mucha intensidad.
-Imagínate dos escenarios en los que el Mallorca gana la Copa: con un gol en propia o salvando un poco en la línea de gol. ¿Qué elección?
-Sinceramente, prefiero guardarlo. Una defensa sostiene que el defensor y creo que tiene el mismo mérito de salvar un gol que le midió, aunque no sea el de la estadística.
-En Bilbao tienen el Gabarra y hay gente que da la final por el partido. ¿Qué dices?
-Seguramente este es el pensamiento de un aficionado. Te digo a ti y a los jugadores del Athletic que no os preocupéis por tener una final fácil. La final no es fácil. Ninguna parte de la primera es fácil. Ellos tenderán a engañarse, como los nuestros, y seguro que nuestra pasión es ser más prudentes o menos vocales que la pasión del Athletic, pero no creo que haya nada de malo en lo que piensan en el Gabarra o en lo que van a hacer. ganar.
-¿Cómo tener a Javier Aguirre como entrenador?
-Es un tipo extraordinario. Muchas veces me dice que si vio reflejo en mí cuando tenía mi edad. Ella me contó sus anécdotas y creo que tenía razón. Lo mejor que importa es el trato personal con el jugador. Trátate como si fueras tu padre, tu hermano mayor o tu amigo. No es una relación jefe-empleado. Esa investigación que tienes es accesible. Si tomamos la Copa, enseguida nos tomamos el ‘whisky’. Bueno, habría uno de esos…
-Después de la Copa, el Madrid llegará a La Liga. En el pasado dije que sus hijos podrían haber dado ejemplo a Modric o Benzema, pero no a Vinicius. Y yo dije eso también Vinicius utiliza el racismo como una conveniencia. ¿Sigues pensando lo mismo?
-Es una buena pregunta. Sinceramente, no importa. La gente puede juzgarme y escuchar lo que quiero, pero el que conozco personalmente sabe cómo soy y puede hablar conmigo. El que no me conoce puede interpretar o decidir sin conocer el trasfondo de todo. No me gusta que haya insultos racistas ni ningún tipo de insulto. Los insultos no deben clasificarse en la primera, segunda o tercera categoría. Sí, al final todos los insultos tienen el mismo fin. Menospreciar a otra persona o influir en ella para que baje su rendimiento, si hablamos de fútbol.
-Entonces, ¿crees que soy duro con Vinicius?
-Pues no lo se. Estas son cosas que digo en cualquier momento y, sinceramente, lo digo en parte para desestabilizarlo. Y al final conseguimos nuestro objetivo, que ganamos al Real Madrid. Sabemos que Vinicius es un jugador diferencial y si dependes más de otras cosas de lo que juegas, entonces está claro que tu rendimiento es bajo. Estoy en contra del racismo, de la xenofobia… pero sobre todo estoy en contra de cualquier tipo de insulto. En un campo lo puedo llamar ‘hijo de…’, y hasta puedo sorprenderme. Sin insultos al alcalde ni a los medios menores.